Lo que tú y yo ya sabíamos.

Salir del closet.


Justo en la adolescencia, justo en la secundaria y justo después de que me rompieran el corazón.


Tenía 15 años, era un chico de tercero de secundaria a punto de entrar a la preparatoria, con inquietudes tan grandes que me tenía vuelto loco, aunado a las hormonas a flor de piel propias de la adolescencia podríamos decir que eran tiempos de muchos cambios, cambios para mi y para todo lo que me rodeaba. Creo que supe que era gay desde muy chico y tenía muy claro aún a temprana edad que quería y debía ser yo quien se lo haría saber a mis padres. Eso es algo que no nos deberían quitar, el cuándo y cómo salir del closet es nuestro derecho.



Con mis padres tenía una relación con cierta libertad y confianza de acercarme a ellos y tratar muchos temas, sin miedo a expresar mis inquietudes, esto debido a que mi mamá al ser maestra de preescolar nos hacía sentir que podíamos conversar con ella y con mi papá de cualquier cosa o al menos eso parecía. Poco antes de terminar mi tercer año de secu y antes de las vacaciones de verano por fin tuve mi primer novio mi primer amor y eso me hacía sentirme en las nubes, de esa nueva experiencia saque aún más valor para contarles a mis padres y por fin salir del closet. Sentía que si quería tener mayor libertad y así dejar de esconderme tenía que confesarlo, hablar con mis padres y de ahí lidiar con todo lo que eso significaba.

Me sentía seguro del plan que había ideado; primero se lo diría a mi má a solas, así iría tanteando el terreno y eso me daría una idea de cómo poder manejarlo y así decirselo a mi pá, ya después se lo diría a mis hermanos y todo sería chingón, el plan perfecto según yo.

Dos días antes de la gran gran revelación, de juntar valor y de meditarlo hasta el cansancio, de ser honesto conmigo y poder confesarlo, justo dos días antes de hacerlo mi primer novio me terminó, rompió conmigo por medio de un maldito mensaje en messenger y todo por las razones más egoístas que había escuchado. Me sentía solo, perdido, enojado, con miedo y con muchas dudas acerca de todo. Cómo cuándo ves como se quema la mecha de un fuego artificial y justo cuando tiene que salir disparado al cielo se ceba, se apaga y no pasa nada, no hay ruido, no hay chispas y no explota. Me quedé solo con el empuje y sentí que “mi plan” ya no valía la pena, pensaba que no tenía caso exponerme con mis papás y familia de esa manera, de descubrirme con ellos y dejar de esconderme sí lo único que me esperaba era vivir en desamor y ser infeliz en un mundo que se veía muy nuevo y desconocido. Tuve miedo y mucho, miedo de perderlo todo; el cómo me verían mis papás, de cambiar demasiado la relación con mis hermanos y de vivir solo experiencias que solo me causarían dolor.

Así estuve dos largas semanas, bueno al menos se sintieron muy largas para mi, estuve dudando de todo encerrado en mi cuarto y sin ganas de nada, dándole vueltas a la idea, sin cruzar palabra con mi papá, sin hablarle a mi mamá y dejando a un lado a mis hermanos, hasta que un buen dia por fin me dije ¡FUCK IT!.

Todo se dio un día de verano, hacía un calor de la chingada en la ciudad de La Paz B.C.S,  ese día mi mamá estaba en la sala junto conmigo, mi pá estaba afuera de la casa en el patio y mis hermanos sepa donde, decidí en ese momento retomar por completo mi plan inicial y se lo diría primero a mi má.



-Hey má, tengo algo que decirte.

-Ya sé- dijo mi mamá -Se que me tienes que decir algo-

Eso me sacó por completo de onda.


-Tienes dos semanas que haz estado muy raro Leinad, ya nome cuentas nada, dime, ¿Qué pasa?


-Bueno, pues, ahí te va, SOY GAY.

-Pero, eso era lo que te preocupaba.

-Si.

Para esto yo rompí en llanto y la abracé muy fuerte sin mirarla a los ojos.

-No mi amor, no te sientas mal, yo te amo como eres y no tenías por qué ocultarlo.

Me sentí tan aliviado, en completo shock pero aliviado de escucharla decir esas palabras. La vuelvo a abrazar y de repente pasó algo que no contemplaba por completo.

-¡¡Mike!!

A mi papá le dicen Mike

-¡¡Ven, corre, estamos en la sala!!

¡Mierda!, mi mamá le estaba hablando a mi papá para contarle todo y eso no estaba en mis planes para nada, no aún. Mi pá entra a la casa y al ver la escena, yo moqueando y llorando, abrazado a mi mamá que también tenía los ojos llenos de lágrimas, pregunta.

-¿Qué pasó?-
Todo sorprendido
-¿Qué tiene?-

Mi mamá lo mira directamente a los ojos y después de tomar aire le dice.

-Lo que tú y yo ya sabíamos.

Después de muchos años ahora sé que soy uno de los afortunado, corrí con la suerte de ser recibido con amor por parte de mis padres y aunque después de ese día todo se movió eso hizo que empezara una nueva etapa y para mi como para mi familia fue una lección de vida.

Hay diferentes historias de jóvenes homosexuales que fueron valientes y decidieron salir del closet y sé que hay muchos más que aún se lo meditan. Solo me resta decirles a ellos que llegará el momento y que es su decisión vivirlo a su manera, sólo recuerda, no estás solo.         


-Leinad. Co.-

Si tuvieras que elegir una canción para salir del closet, ¿Cuál sería?
- New York City Boy - Pet Shop Boys

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